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Sostengo que la amistad no existe.
Al menos como todos quisiéramos que existiera.
Desde mi punto de vista, la amistad NO ES lo que dice la versión oficial de nuestro diccionario: “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.", por supuesto que esta es la acepción más común, pero entonces el fenómeno de la amistad ocurriría siempre de manera bidireccional. Y no es así. La gran mayoría de las veces ocurre solo desde un lado. Y siempre, SIEMPRE, es interesado, como lo demuestra el hecho de que no somos amigos de los que nos maltratan – a eso le llamamos “masoquismo”.
La amistad tal como se ha definido hasta ahora (puro y desinteresado) es entonces tan solo un ideal, una utopía, un deseo inalcanzable. Para tal caso, la amistad, casi siempre, existe solo a la mitad.
En la vida real (sí, también hay una vida ficticia que es la fantasía de cada quien), yo digo que eres mi amigo, porque así quisiera que tú me consideraras para poder gozar de los beneficios de tener tu amistad, beneficios que pueden ser desde recibir un simple saludo todas las mañanas al llegar a la oficina (reconocimiento de mi existencia) hasta viajar en tu yate o tú en el mío los fines de semana (pertenencia a un grupo). Pero mis deseos no siempre se ajustan a los tuyos. Tú siempre tienes tus ideales, tus gustos y tus preferencias. Y también, por supuesto, no siempre soy amigo del que quiere ser el mío.
Creo que la amistad se define mejor así: “Amor o cariño que se dirige hacia otra persona y que no es necesariamente compartido, tiene su origen en la historia personal del que lo siente y es un satisfactor de necesidades mayormente inconscientes.”
Así pues, y bajo esta definición, la amistad existe, pero no nos engañemos con la creencia de que es “puro y desinteresado”.
Sin embargo, qué bello, qué hermoso, qué sublime es cuando la amistad que sientes hacia alguien es correspondida con el mismo sentimiento. Disfruta esos momentos, pues con el paso de los años serán tu mayor tesoro.
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